domingo, 22 de enero de 2012

Alma mia

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''Alma mía sola, siempre sola sin que nadie comprenda su sufrimiento, su horrible padecer...'' 

Así empieza el disco Alma Mía de Pedro Guerra, un el primero de dos discos donde Guerra dejó a un lado sus dotes de autor para hacerselas de interpretes de grandes canciones compuestas por grandes personas como Armando Manzanero y Gardel. Para mi, el mejor álbum hasta ahora de este gran artista.

Es un disco lleno de amor, desamor, esperanza y humanismo.  Es, aunque no fueran sus letras, un disco muy personal, muy frágil y llega al corazón. Perfectos para los bohemios y personas a quienes el amor les ha golpeado. 

 

jueves, 12 de enero de 2012

Ya no mas finales felices.

Hace un tiempo, leí Brida de Paulo Coelho y para mi sorpresa, terminé casi odiandolo.

Porque? Porque Brida no se quedó con el sexy y altera-hormonas Mago y se fué con Lorens. A decir verdad, mi actitud me hizo meditar, porqué siempre esperamos finales felices si la vida NO ES ASÍ?

No siempre llega el príncipe azul aunque nos cansemos de esperarlo y después del felices para siempre y la boda hay problemas, deudas, niños, responsabilidades y todo un conjunto de cosas que hacen nuestra vida más difícil.

Algún día llegará la fecha en la que las personas acepten que el mundo real no es una película de Disney Pixar y que cegados por las ilusiones no vean lo bueno que hay frente a sus ojos.

He visto mucha realidad a mi alrededor y me rehuso a los finales de novela o películas. Para que mi mundo sea hermoso no necesito una carroza o que me dediquen un flash mob.

lunes, 2 de enero de 2012

El aficie' en los tiempos del Hi5.

Hace un rato, estuve revisando el ya obsoleto Hi5, una de las famosas redes sociales que dió paso a la NO privacidad a nuestras vidas como jóvenes (siendo nosotros mismos los responsables de que ésto pasara) y me dí cuenta de algo que despertó bastante mi curiosidad. 

Por lo menos, en mi circulo de amigos y conocidos se vivieron muchas experiencias amorosas en esos años; para ser, nosotros, un grupo de adoloscentes de la ''época''. Me refiero a que amábamos (o al menos eso pensamos) muy profundo, sin límites y con varias libras de dramatismo, viviendo de una manera tal que si teniamos que dramáticamente saltar la 3era planta de un edificio, lo hubiesemos hecho sin siquiera pensarlo. Sí, eramos muy intensos en esos ''tiempos'', simpre con un can aquí, otro allí; un nerviosismo ridículamente justificado y una sonrisa de idiota en la cara que ahora pensandolo bien no es nada atractiva.

Cada vez que pienso en la época de Hi5 se apoderan de mí un revoltillo de sentimientos disfrazados de verguenza porque en realidad era tan estúpida y creía que el mundo era solo mío y que todo iba a ser fácil y que todo iba a resultar extremadamente bien. Añoro esos tiempos.

¿Porqué los añoro? Porque vivía sin importarme qué dijeran de mi, porque se me importaba el boche de mami, total, ya lo había hecho y lo había disfrutado. Porque sentarme en una galería a vociarle a la gente y parar guaguitas de concho era un plan perfecto para no pasarme la tarde en mi casa trancada. Porque tocar timbres repetidamente y salir corriendo era un deporte extremo, porque esos besos me hacían caminar en nubes y llamar a mis amigas a contarles lo sucedido y a decie ''weeeeeeee''. Porque era ingenua al creer que todos eran mis amigos y era feliz por eso, porque no había que pasarse la tarde en la universidad, porque salir una tarde a maquillarme con las muchachas a casa de Fulanita me hacía mas fashion, porque brincaba para sentirme mejor, porque bailar desde que llegaba hasta que salia de un cumpleaños era lo máximo, porque gracias a Dios no se me quedó la física. Porque no pensaba las cosas y eso me hacia espontánea, porque me reía como LOCA. Porque viví.

No porque no viva ahora, de verdad lo hago y lo disfruto, pero pienso demasiado las cosas porque ahora me importa si mis acciones le hacen daño a alguien. 

Y sí, me aficié en los tiempos del Hi5 pensando que era mio el mundo. Y como vivía mucho y hacia mis loqueras terminé perdiendo. Solo me queda mirar de vez en cuando mi Hi5, reirme y agradecer que aunque no viva tanto, crecí. Porque aunque no soy la misma de antes, la actual versión mejorada de mi, agradece no poner esos pies de fotos tan horrendos. 

(Este post debería llamarse ''Yo en los tiempos del Hi5'' pero me gusta más el otro.)

 

 

 

 

 

 

viernes, 14 de octubre de 2011

Corazón roto (FINAL)

Después de toda la locura de la boda, Emma y Eduardo se tomaron unas horas para empacar, dirigirse al aeropuerto e ir a la Increible Toscana por 2 semanas. Pasaporte en mano y con "tickets de avión" impresos desde el website de la aerolínea, Eduardo recoge a Emma a su casa para irse a su gran aventura en Italia.

Después de todos los chequeos en el aeropuerto, después de tener que medio desvestirse para poder llegar a la sala de espera antes de su vuelo, toman un refresco, él la besa en los labios y se sientan.

La empleada del aeropuerto, a través del altoparlante anuncia que el vuelo número 246 con destino a Roma, Italia empezará su abordaje en 2 minutos. Todos se paran de sus asientos y se aproximan a hacer la fila.

Eduardo toma a Emma de la mano y ella lo detiene.

-Puedes tomar la maleta? Yo te ayudo. -Dice él.

-No la tomaré. No puedo hacerlo.

-Que te pasa? ¿Te sientes cansada? 

-No estoy cansada. Es que no... no puedo hacer esto. No puedo vivir así, mintiendome. No te amo Eduardo. -Dice Emma con voz ahogada.

-Perdóname. Adiós.- Emma se empieza a caminar hasta que se aleja de él. 

Se voltea, lo mira para verlo tan perfecto como la primera vez y se dirige a la salida.

Fin.

Corazón roto, parte 4.

No soy de los que huyen. No soy de los que tiran todo por la borda. No soy de los que... Simplemente no soy así. Pensé en dejar a Emma. La presión de la boda y de tener que ser y hacer todo lo que los demás esperan que sea, es de muchos modos frustrantes. Ser el Eduardo que mi padre con tanto esfuerzo educó, hace que el Eduardo que yo mismo eduqué, tambalée.

El impulso de hace unos segundos hace arder mi cabeza, pues solo he salido caminando de la iglesia. No sé que dirán los demás y en realidad no me importa. Hoy he sentido que tomé una larga carretera y casi llegando a su final siento la necesidad de regresar hacia donde fué el comienzo.

Qué se supone que haga un hombre que se encuentre en mi situación? Serán los demás valientes o unos cobardes como yo?

La odisea de estar cerca de estas 2 hermosas mujeres y no decirdirse sobre quien es la que amas más.

Vanessa es hermosa e inteligente y cómo me hace reír. Lo único que de ella sería su modo de ser tan obvia. Es tan fría  para que no me dé cuenta de que me ama, pero es en vano. Y yo no soy tan bueno ocultando lo felíz que me hace estar cerca de ella. Cada vez que hablo con ella, recuerdo porqué me enamore en la universidad. De como tiemblo cuando me toca.

Por otro lado, Emma es tan complicada y ruidosa y le encanta ser el centro de atención pero a la vez, es bondadosa y hermosa y tan extrovertida que hace que un tipo callado como yo se ría con ganas. Como le he dicho: es el Ying de mi Yang. Algo tan diferente que funciona a la perfección.

No. Qué hago? Debo volver, tengo que volver, quiero volver. Esta es la ultima oportunidad que tengo de ser felíz y seguir dándole sentido a mi vida.

*Todos se miran al verlo entrar a la iglesia. Se dirige hacia Vanessa*

-Debí decirte esto hace mucho. Hace 5 años nos besamos y fue grandioso. Eres de las mejores cosas que ne ha pasado en la vida, conocerte y ser tu amigo. No eres buena mintiendome y por eso quiero que me perdones, por ser un idiota, por no decirte que recuerdo ese beso que nos dimos, por haber tenido miedo a que no me quisieras. Hace 5 años, debí llamarte y decirte que te quería. Ahora te digo que aún te quiero. Perdón. No me odies.- mira a Vanessa a los ojos.

-No puedo hacerlo aunque quisiera. -Dice Vanessa en voz baja y llorosa.

*Extiende su mano*

-Vamos, escapate conmigo. Dejemos todo atrás. Lo correcto, lo incorrecto, lo que los demás esperan. Vamos, solos, tu y yo.

*Emma lo mira, sonríe y sale con la mano sujeta a la suya. Antes de llegar a la salida, Eduardo se voltea*

-Vas a este bien Vanessa?

-Ya me estoy sintiendo mucho mejor.- Exclama Vanessa.

*Esboza una sonrisa y sale de la iglesia*


No soy de los que huyen. Y efectivamente, no huí. Solo tuve que mirar atrás para darme cuenta que es Emma todo lo que deseo. Mientras caminaba devuelta, solo pensaba en ella. Y como dicen por ahí: 

Cuando lo sabes, simplemente lo sabes.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Corazón roto, parte 3.

Odio este momento tanto como el hecho de cometer errores aunque aveces, me resigne y sepa que tengo que cometerlos. Tener que verla me mata en todas las maneras posibles; tenerla tan cerca y no poder besarla, abrazarla y sentir su cercanía me carcome por dentro. Hace 10 meses la tenía en mi cama con ese cuerpo de bailarina, de forma sutil se movía a mi alrededor.

Al principio, todo fue ocurriendo como una especie de juego. Vanessa no es la mejor persona del mundo porque, como todos los demás, tiene sus defectos. Para mí, que soy un tipo que no es exigente me caía como anillo al dedo. Su libertad, su forma de ser y hacerme reír me cautivaba y eso, para mí, era más que suficiente. 

Vanessa, en la universidad, siempre estaba cerca de Eduardo y era, por así decirlo, como su mano derecha. Siempre estudiando, haciendo proyectos y de vez en cuando, divirtiendose como los típicos universitarios. En ese entonces no me intresé en ella como algo mas que una amiga. Fue entonces cuando después de graduarnos y de tener nuestros respectivos trabajos que nos cruzamos en el camino en una fiesta privada de un amigo en común, ahí la invité a que almorzaramos para recordar nuestros tiempos de estudiantes. Ese día fué totalmente divertido; el restaurante italiano-moderno tenía una cierta vibra de espontaneidad que Vanessa y yo disfrutamos al máximo, entre anecdotas, recuerdos, tragos y música de fondo empecé a enamorarme de la mujer increíble que estaba junto a mi. Despues de eso, empezamos a salir una vez por semana hasta que entramos a una etapa más física. Supimos sincronizarnos de tal manera que mi cuerpo pedía tenerla siempre más cerca.

Empezamos (O más bien, YO empecé) un circulo vicioso. Un poso hondo del cual no he podido salir. Con su belleza, inteligencia, espontaneidad y sentido del humor dominó mis sentidos. En las mañanas le rogada que no se fuera y aunque así lo parezca, era un esclavo de su amor, de su distante e indiferente amor y eso no me molestaba. Era felíz con la idea de tan solo amarla aunque ella no me amara de vuelta.

''Es complicado'' me decía cada vez que hablaba sobre el tema del amor. ''Eres una muy buena persona y por enésima vez, no quiero atarme a algo sentimental. Ya mi vida es demasiado complicada como para pensar en una relación'', sus palabras me destrozaban el corazón. Cansado de la misma cantaleta le pregunté que si amaba a alguien, ya que teniamos casi un año en nuestra relación de ''tira y jala''. La expresión en sus ojos la delató por completo. Después de esa mañana, no supe nada más de ella. Se marchó dejando su perfume en mi cama, una sed de sus besos en mi boca y mi corazón roto por no ser correspondido.

Hoy la veo en la boda de su mano derecha y pienso cómo sería mi vida si ella me hubiera amado, si me hubiera querido tan solo un poco, por un instante y no usarme de clavo que saca otro clavo, y al final, sus ojos me dijeron que ni llegue a aflojar el clavo. Mis ojos ese día confesaron lo locamente enamorado que estoy de ella y los suyos, confesaron lo locamente enamorada que estaba de alguien más. 

 

jueves, 15 de septiembre de 2011

Corazón roto, parte 2.

''Hola, soy Vanessa y estoy perdidamente enamorada del prometido de mi mejor amiga'' 

Eso diría si existiera algo como ''Enamorados Anónimos''. Nunca pénsé que esto me pasaría, pero la vida es tan impredecible. Hoy estas viviendo el sueño de tu vida y mañana eres dueño de nada. Al menos me siento orgullosa de poder sobrellevar esta situación, ya que soy la mejor amiga, la madrina y la organizadora de la boda del hombre mas perfecto que he conocido en mi vida y del cuál amo perdidamente. 

Los años se van volando. Hace solo 5 años, estaba en la universidad y en una de esas fiestas locas donde abundaba el alcohol, besé a Eduardo quien era mi compañero de estudios. Creo que él no se recuerda de aquello pero yo lo recuerdo como si hubiera sido hace poco de 3 días: Las luces de color verde, rojo y amarillo inundaban el club lleno de estudiantes universitarios mientras ese hit increible de Justin Timberlake que ahora está fuera de moda nos daba un toque juvenil y actualizado de lo que era la noche. Eduardo estaba pasado de tragos, le dije que por favor me dejara llevarlo a su casa antes que empeorara y en medio de mi pequeño discurso sobre mi responsabilidad como nueva conductora designada, me dijo ''bailemos, por favor...'', y lo admito, no me pude resistir a esos ojos hermosos y en lo que sus pasos alcoholizados me hacian mariar, entró una música romantica que dañó la hiperactividad de los bailarines. Me apretó fuerte contra su pecho y sus grandes brazos me hicieron sentir la cercanía de ese momento mientras yo, como una tonta, empecé a hiperventilar. ''Eres una muy buena amiga, siempre cuidas de mí'' dijo. Lo que él no sabia era que para ese entonces ya estaba enamorada de él. Seguido de esas palabras, me besó. Ese beso lo estuve esperando desde hacía 8 meses y fué hasta mejor de lo que imaginé. Mi cuerpo se estremeció de tal manera que mi estómago empezó a sentir un aleteo. Esa noche fué de las mejores. Al dia siguiente, mientras caminaba en una nube, mi telefono sonó y solo oí su voz que decía ''Vanessa, estoy muy mal... ¿Qué pasó anoche? No recuerdo nada''. Nunca me atreví a contarle sobre el beso por temor a que algo malo pasara o que me rechazara porque era su amiga.

Sí, 5 años pasan volando. Hace 4 años nos graduamos, cada quien hizo su vida. Seguiamos frecuentandonos casi mensualmente. Al año siguiente en una pequeña reunión de ex alumnos le presenté a mi mejor amiga Emma y ambos quedaron encantados. Como no?, si  Eduardo es un hombre inteligente, cariñoso, divertido, hermoso y buen amigo. Me impresionó cuando Emma me dijo que Eduardo la invitó a salir pero no quise decir nada. Me importa mucho la felicidad de mi mejor amiga aunque estuviera enamorada de él. Empezaron un romance, luego una relación de la cual hacía todo lo posible por no estar celosa, aunque era en vano. La real sorpresa me la llevé cuando ambos me anunciaron que se habían comprometido de una manera de ensueño y que me pedían que fuera su madrina de bodas. Ese momento en el que quieres que unos ovnis te rapten y aunque hagan experimientos contigo, que no te devuelvan a la tierra... Eso me sucedió. 

Yo, como la perfecta masoquista que soy, accedí a ser la madrina oficial de la boda y a ayudar a Emma a planear todo. Durante 3 meses, mi vida fué un total infierno! Odié hasta ir a la floristería a buscar el bouquet para Emma. Pero el peor momento fué cuando Emma salió de viaje por cuestiones de trabajo y me tocó ir a recoger los anillos de boda junto con Eduardo. La señora que nos atendió dijo que haciamos linda pareja, que los anillos nos encajarán perfectamente. No veo diferencia de esto y el infierno. 

Hoy es el gran día y me quedo aquí como una infelíz más, con el corazón roto, dandome cuenta de que él nunca será el indicado para mí. Mientras sus vidas se vuelven una, la mía se torna gris. No ha habido ninguno que me haga sentir el mismo aleteo en el estómago como lo sentí con ese sencillo beso que una vez mis labios experimentaron. Me arrepiento no haberle dicho nada aquel dia, talves la historia fuera diferente y sería yo quien estuviera caminando hacia el altar.