Como dije antes, fuimos hermanas y hermanos por mucho tiempo, supimos reír juntos, llorar juntos, hacer las cosas que saben hacer un grupo de estudiantes llenos de hormonas fuera de control, supimos lo que fué ganar amigos, construir amistades las cuales pensábamos que iban a ser eternas, formar una familia fuera de nuestro propio hogar sintiéndonos grandes e invencibles. Pero el destino nos tiró una mala jugada. Ahora fué que de verdad supimos repartir herencia transformada en vivencias, lecciones, estupideces, risas, problemas y sobre todo mucho llanto. Eso fue lo único que nos quedó de una etapa que supo traer consigo muchas cosas y que de alguna manera marcó nuestras vidas y nos hacer ser lo que somos hoy.
Aparte de la frialdad que hay entre muchos de nosotros quisiera que tengamos presente que a pesar de que ya la etapa del colegio fué superada, tenemos el poder de sacar un dia ese sentimiento que nos unió durante 4 años. Poder pasar frente al otro y preguntar: Como estás?, hacerle saber a los demás que aún pueden contar contigo.
Mi etapa de colegio fué superada y si me ofrecen el volver atrás puede que diga que NO. Ya maduré a mi entender lo bastante como para seguir mi camino en la vida. No sé lo que haré de auí en adelante porque no tengo mi futuro resuelto, pero tampoco puedo pasar por alto que el colegio y ustedes me construyeron, me hicieron entender que no soy perfecta y que no lo sé todo, que me falta bastante por aprender y que estoy en este mundo para eso al igual que ustedes. Se los agradezco, todo lo bueno y lo malo que pasé con ustedes y por causa de ustedes, porque la Amelia que soy ahora se debe en gran parte a que ustedes me hicieron abrir los ojos y darme cuenta de lo que estaba equivocada.
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