martes, 22 de marzo de 2011

El mundo.

Si me hubieran preguntado antes de nacer en qué época quisiera vivir, definitivamente no hubiera escogido ésta. No me malinterpreten, me gusta vivir en este tiempo aunque la situación esté mala. Lo que pasa es que me pongo a pensar en que para qué hay tanta modernidad si al final de cuentas no nos sirve casi para nada porque el mundo se nos está yendo de las manos. Sé que las personas deben de adaptarse a los tiempos, evolucionar con él para poder sobrevivir en esta jungla media ''civilizada'', pero veo que ahora las cosas son tan pero tan liberales, a pocos le importa las cosas que pasan y se les importan taparse los oidos para ni oír lo que está a su alrededor ( Claro, a quien no le gustaría hacer eso de vez en cuando? ). 

 

La mayoría de los jóvenes no les gusta tener responsabilidades, quieren que todo sea fácil, que nada duela, que nada moleste ni incomode, donde abunda la doble moral, el hedonismo, el adonismo, el materialismo y la pérdida de valores. Imagino que si cuando naces,despues de la nalgada, te regalaran un manual de como vivir seguro vinieran estas palabras incluidas. Tampoco quien entender que cuando se tiene un compromiso, se implica lo que son los sacrificios. Quieren lo legal y lo prohibido,y cuando lo legal se va y lo prohibido tambien, andan por ahí con el moco tendido. 

 

Algo que aprecio mucho es, como dije por ahí en otro post, es la forma en que mis padres me han criado. Mi madre fué criada bajo lo que se podría llamar una dictadura que supo traer consigo cosas malas y cosas buenas. Una formación implacable y tan pulida como un trofeo de primer lugar. Lo bueno es que trajo un paquete de valores y un manojo de buenas costumbres, sumado con lo que mi padre me ha enseñado y las cosas que he decidido mejorar. Lo que veo en el mundo, me asusta; si sigue así en los próximos 10 años no sé que encontraran mis hijos, ni sé que estaré yo viendo. Tenemos que pensar que somos el futuro y que si quieres que todo vaya bien tienes que comenzar un cambio, primero por tí y por los tuyos y despues por el mundo. Como dijo una profesora que tuve una vez:

Si quieres un mundo limpio, empieza limpiando el frente de tu casa. 

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