viernes, 16 de septiembre de 2011

Corazón roto, parte 3.

Odio este momento tanto como el hecho de cometer errores aunque aveces, me resigne y sepa que tengo que cometerlos. Tener que verla me mata en todas las maneras posibles; tenerla tan cerca y no poder besarla, abrazarla y sentir su cercanía me carcome por dentro. Hace 10 meses la tenía en mi cama con ese cuerpo de bailarina, de forma sutil se movía a mi alrededor.

Al principio, todo fue ocurriendo como una especie de juego. Vanessa no es la mejor persona del mundo porque, como todos los demás, tiene sus defectos. Para mí, que soy un tipo que no es exigente me caía como anillo al dedo. Su libertad, su forma de ser y hacerme reír me cautivaba y eso, para mí, era más que suficiente. 

Vanessa, en la universidad, siempre estaba cerca de Eduardo y era, por así decirlo, como su mano derecha. Siempre estudiando, haciendo proyectos y de vez en cuando, divirtiendose como los típicos universitarios. En ese entonces no me intresé en ella como algo mas que una amiga. Fue entonces cuando después de graduarnos y de tener nuestros respectivos trabajos que nos cruzamos en el camino en una fiesta privada de un amigo en común, ahí la invité a que almorzaramos para recordar nuestros tiempos de estudiantes. Ese día fué totalmente divertido; el restaurante italiano-moderno tenía una cierta vibra de espontaneidad que Vanessa y yo disfrutamos al máximo, entre anecdotas, recuerdos, tragos y música de fondo empecé a enamorarme de la mujer increíble que estaba junto a mi. Despues de eso, empezamos a salir una vez por semana hasta que entramos a una etapa más física. Supimos sincronizarnos de tal manera que mi cuerpo pedía tenerla siempre más cerca.

Empezamos (O más bien, YO empecé) un circulo vicioso. Un poso hondo del cual no he podido salir. Con su belleza, inteligencia, espontaneidad y sentido del humor dominó mis sentidos. En las mañanas le rogada que no se fuera y aunque así lo parezca, era un esclavo de su amor, de su distante e indiferente amor y eso no me molestaba. Era felíz con la idea de tan solo amarla aunque ella no me amara de vuelta.

''Es complicado'' me decía cada vez que hablaba sobre el tema del amor. ''Eres una muy buena persona y por enésima vez, no quiero atarme a algo sentimental. Ya mi vida es demasiado complicada como para pensar en una relación'', sus palabras me destrozaban el corazón. Cansado de la misma cantaleta le pregunté que si amaba a alguien, ya que teniamos casi un año en nuestra relación de ''tira y jala''. La expresión en sus ojos la delató por completo. Después de esa mañana, no supe nada más de ella. Se marchó dejando su perfume en mi cama, una sed de sus besos en mi boca y mi corazón roto por no ser correspondido.

Hoy la veo en la boda de su mano derecha y pienso cómo sería mi vida si ella me hubiera amado, si me hubiera querido tan solo un poco, por un instante y no usarme de clavo que saca otro clavo, y al final, sus ojos me dijeron que ni llegue a aflojar el clavo. Mis ojos ese día confesaron lo locamente enamorado que estoy de ella y los suyos, confesaron lo locamente enamorada que estaba de alguien más. 

 

jueves, 15 de septiembre de 2011

Corazón roto, parte 2.

''Hola, soy Vanessa y estoy perdidamente enamorada del prometido de mi mejor amiga'' 

Eso diría si existiera algo como ''Enamorados Anónimos''. Nunca pénsé que esto me pasaría, pero la vida es tan impredecible. Hoy estas viviendo el sueño de tu vida y mañana eres dueño de nada. Al menos me siento orgullosa de poder sobrellevar esta situación, ya que soy la mejor amiga, la madrina y la organizadora de la boda del hombre mas perfecto que he conocido en mi vida y del cuál amo perdidamente. 

Los años se van volando. Hace solo 5 años, estaba en la universidad y en una de esas fiestas locas donde abundaba el alcohol, besé a Eduardo quien era mi compañero de estudios. Creo que él no se recuerda de aquello pero yo lo recuerdo como si hubiera sido hace poco de 3 días: Las luces de color verde, rojo y amarillo inundaban el club lleno de estudiantes universitarios mientras ese hit increible de Justin Timberlake que ahora está fuera de moda nos daba un toque juvenil y actualizado de lo que era la noche. Eduardo estaba pasado de tragos, le dije que por favor me dejara llevarlo a su casa antes que empeorara y en medio de mi pequeño discurso sobre mi responsabilidad como nueva conductora designada, me dijo ''bailemos, por favor...'', y lo admito, no me pude resistir a esos ojos hermosos y en lo que sus pasos alcoholizados me hacian mariar, entró una música romantica que dañó la hiperactividad de los bailarines. Me apretó fuerte contra su pecho y sus grandes brazos me hicieron sentir la cercanía de ese momento mientras yo, como una tonta, empecé a hiperventilar. ''Eres una muy buena amiga, siempre cuidas de mí'' dijo. Lo que él no sabia era que para ese entonces ya estaba enamorada de él. Seguido de esas palabras, me besó. Ese beso lo estuve esperando desde hacía 8 meses y fué hasta mejor de lo que imaginé. Mi cuerpo se estremeció de tal manera que mi estómago empezó a sentir un aleteo. Esa noche fué de las mejores. Al dia siguiente, mientras caminaba en una nube, mi telefono sonó y solo oí su voz que decía ''Vanessa, estoy muy mal... ¿Qué pasó anoche? No recuerdo nada''. Nunca me atreví a contarle sobre el beso por temor a que algo malo pasara o que me rechazara porque era su amiga.

Sí, 5 años pasan volando. Hace 4 años nos graduamos, cada quien hizo su vida. Seguiamos frecuentandonos casi mensualmente. Al año siguiente en una pequeña reunión de ex alumnos le presenté a mi mejor amiga Emma y ambos quedaron encantados. Como no?, si  Eduardo es un hombre inteligente, cariñoso, divertido, hermoso y buen amigo. Me impresionó cuando Emma me dijo que Eduardo la invitó a salir pero no quise decir nada. Me importa mucho la felicidad de mi mejor amiga aunque estuviera enamorada de él. Empezaron un romance, luego una relación de la cual hacía todo lo posible por no estar celosa, aunque era en vano. La real sorpresa me la llevé cuando ambos me anunciaron que se habían comprometido de una manera de ensueño y que me pedían que fuera su madrina de bodas. Ese momento en el que quieres que unos ovnis te rapten y aunque hagan experimientos contigo, que no te devuelvan a la tierra... Eso me sucedió. 

Yo, como la perfecta masoquista que soy, accedí a ser la madrina oficial de la boda y a ayudar a Emma a planear todo. Durante 3 meses, mi vida fué un total infierno! Odié hasta ir a la floristería a buscar el bouquet para Emma. Pero el peor momento fué cuando Emma salió de viaje por cuestiones de trabajo y me tocó ir a recoger los anillos de boda junto con Eduardo. La señora que nos atendió dijo que haciamos linda pareja, que los anillos nos encajarán perfectamente. No veo diferencia de esto y el infierno. 

Hoy es el gran día y me quedo aquí como una infelíz más, con el corazón roto, dandome cuenta de que él nunca será el indicado para mí. Mientras sus vidas se vuelven una, la mía se torna gris. No ha habido ninguno que me haga sentir el mismo aleteo en el estómago como lo sentí con ese sencillo beso que una vez mis labios experimentaron. Me arrepiento no haberle dicho nada aquel dia, talves la historia fuera diferente y sería yo quien estuviera caminando hacia el altar. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Corazón roto

Ella estaba felíz. Le hechó un vistazo a su pastel de bodas, su madre le ayudo a ponerle el velo mientras su padre estaba esperando para caminar junto a ella hacia el altar y entregarla a la nueva vida que tendría.

La iglesia se veía hermosa, la musica de fondo hizo su trabajo: darle al ambiente la hermosa melodía que hacia ese momento el mas perfecto de su vida. Al oír la música que empezaba desde el principio otra vez, se apresuró para salir porque ésta era su señal. Al entrar al gran pasillo, su estómago sentía el mejor cosquilleo que habia experimentado hasta ese día.

...Y ahí estaba él, tan hermoso como siempre con su traje de etiqueta y una sonrisa que delataba los nervios que invadían su cuerpo a flor de piel; el miedo hablaba por sus ojos. En su subconciente, sabia que él estaría así porque ella le insistió en que se casaran.

Al caminar hacia el altar,  no podía dejar de sonreír, si lo hacia traicionaría a las emociones del momento. Solo pensaba en como seria su vida después de este día: la luna de miel en Paris y al regresar, su trabajo como gerente regional en una de las empresas de moda mas influente de su país, la esperaba. Sus compañeras de trabajo estaban sentadas entre los invitados y veían su bellísimo vestido blanco de diseñador y se preguntaban porque no eran ellas las que estaban en su lugar.

Sí, aquello era de ensueño, era su vida en el mejor momento, hasta que estando frente al sacerdote, él la miró a los ojos y solo dijo "Lo siento, no puedo hacerlo" y empezó a caminar. Mientras todos se asombraban y susurraban, ella vió sus sueños irse junto al único hombre que amó en su vida.

La luna de miel, la nueva casa, los aniversarios, las peleas, los besos por la mañana, el cuerpo de su esposo en la cama junto a ella, los niños y una vida llena de amor se esfumaban dejando solo un corazón roto.